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BAR MUNDIAL

En la plaza Sant Agustí Vell, en el barrio de Santa Caterina de Barcelona, monta guardia desde 1925 el Bar Mundial. Entre los años 30 y 70 fue lugar de reunión de aficionados al boxeo lo cual podemos certificar si nos fijamos en las paredes forradas de fotografías de boxeadores y carteles de rancias veladas pugilísticas. Un lugar mítico en Barcelona, es perfecto para tomar unas cervezas y una tapa antes de comer, aunque también puedes comer allí si te armas de paciencia y decides esperar a que quede una mesa libre. Pequeño y cutre a la vez que genial y único. Cuidado!!!, no es barato.




LA OBRA MÁS DESCONOCIDA DE ANTONI GAUDÍ


En el año 1862, Eusebi Güell, prohombre de la época y mecenas de Gaudí, adquiere una finca de 30.000 m2 en la parte alta de la Diagonal de Barcelona y en ella construye un palacete rodeado de magníficos jardines y una capilla neogótica. En el año 1918 y como agradecimiento a su nombramiento como conde, Eusebi Güell cede a la Corona el edificio y parte de los jardines. Se acomete entonces una reforma del edificio que lo convertirá en el actual Palau de Pedralbes y en residencia real entre los años 1919 y 1931. 



Escondida en los espesos jardines que rodean el palacio, nos encontramos con la Fuente de Hércules, obra desconocida de Antoni Gaudí construida en 1884. Durante muchos años permaneció oculta por la vegetación y fue en 1984 cuando se encontró casi por casualidad. Se trata de una fuente de estilo modernista con un caño de hierro forjado que representa un dragón del que sale el agua hasta una una pila de piedra que tiene el escudo de Catalunya esculpido en el frontal. Un banco curvado de piedra y una peana coronada por un busto en mármol de Hércules completan la obra.


Si observamos el caño en forma de dragón, podremos hacernos una idea de lo que estaba por llegar por parte del genial arquitecto. 


En estos jardines también podemos ver una pérgola diseñada por por el arquitecto catalán. Se trata de una estructura parabólica muy sencilla de hierro cubierta de plantas trepadoras. Su estructura recuerda alguna de las obras de Gaudí, a mi concretamente me recuerda al Colegio de las Teresianas.


Además de estas curiosas y desconocidas obras de Gaudí, los jardines están repletos de esculturas, fuentes, estanques.... y un sinfín de rincones donde pasar al fresco una calurosa tarde de verano.






CAFÉ ZURICH

En la plaza Catalunya de Barcelona y con La Rambla como fondo, está situado el Café Zurich. Fundado en el año 1862, era el típico kiosko de bebidas de la estación de los Ferrocarrils de Sarrià que en aquellos tiempos allí existía. Su nombre inicial era el de La Cantina. Con el paso del tiempo se convirtió en una chocolatería manteniendo el mismo nombre. Fue un empresario catalán, un tal Serra, el que le puso el nombre de Zurich en recuerdo de esa ciudad helvética. En 1920 la propiedad pasa a manos de la familia Valdeperas siendo ellos mismos los propietarios en la actualidad. En 1996 se derribó y estuvo dos años cerrado por reformas para volver a abrir sus puertas en 1998. Posee una de las terrazas más concurridas y emblemáticas de la ciudad. Es el punto de encuentro por excelencia en el centro y un privilegiado mirador donde sentarse a ver pasar la fauna de la ciudad mientras te tomas una cerveza que habrás pagado a precio de oro.





EL MUSEO DE AUTÓMATAS DEL TIBIDABO.

El parque de atracciones del Tibidabo, en Barcelona, fue inaugurado en el año 1901 y entre sus atracciones se contaban una serie de autómatas distribuidos por todo el parque. En el año 1978 se retiraron para someterse a un largo, complicado y laborioso trabajo de restauración. En el año 1982 se reubican todos los autómatas en un antiguo teatro del año 1909 creándose así el Museu d'Autòmats del Tibidabo, siendo hoy día el museo más importante del mundo en esta especialidad.


El museo forma parte del Catàleg de Museus de la ciudad y de la Ruta del Modernismo de Barcelona. Payasos, gitanas que leen el futuro, hábiles equilibristas, verdugos en plena faena, maquetas animadas del parque,... y así hasta una cincuentena de piezas, todas ellas perfectamente restauradas y totalmente operativas. La pieza más antigua fue construida en el año 1880.


El anecdotario popular de la ciudad cuenta que en los años 50, Walt Disney ofreció una más que tentadora suma por la colección de autómatas del parque. Afortunadamente la oferta fue rechazada y hoy día el Museu d'Autòmats del Tibidabo sigue enriqueciendo la oferta cultural y de ocio de la ciudad


           


GUANTERÍA ALONSO


La Guantería Alonso está ubicada la calle Santa Anna de Barcelona, a un paso de La Rambla. Esta pequeña joya modernista data de 1905. Tanto el interior como el exterior se mantienen intactos, como el primer día que abrieron. Recordar también que este establecimiento sirvió de inspiración a Carlos Ruiz Zafón para recrear la librería Sempere que aparece en su cuatrilogía de El Cementerio de los Libros Olvidados




XARCUTERÍA LA PINEDA


La Xarcutería La Pineda está situada en el carrer del Pí de Barcelona. Desde 1930 ofrece sus delicatessen a todo aquél que quiera comprarlas. Jamón, morcilla, queso, chistorra, mojama, vino, cava, licores, conservas... es lo que encontraremos principalmente en este fantástico establecimiento aunque también podemos tomarnos un vino y una tapa en una de sus escasas mesas. Un escaparate memorable, donde exponen sus productos, y una ristra de botas de vino colgadas del dintel son el reclamo perfecto para el que por allí pasa. 








EL CEMENTERIO DE POBLE NOU

Ubicado en el barrio barcelonés de Poble Nou, el cementerio data de 1775. Este camposanto nos ofrece una muestra de obras pertenecientes a distintas épocas y estilos de algunos de los arquitectos y escultores más importantes del los siglos XIX y XX. Destacan obras de Pere Falqués, Jeroni Granell, Enric Sagnier, Josep Fontseré, Oriol Mestres... entre otros autores.



Pero la composición más conocida y destacada del cementerio es El Beso de la Muerte, obra de Jaume Barba y realizada en 1930. Representa a un esqueleto alado, la muerte, que en una actitud casi erótica, besa a un joven que se desploma. Fue la familia LLaudet, que perdió un hijo en plena juventud, la que realizó el encargo. Un epitafio con versos de Mossen Cinto Verdaguer completan el conjunto.

Mas su joven corazón no puede más
en sus venas la sangre se detiene y se hiela
y el ánimo perdido con la fe se abraza
sintiéndose caer al beso de la muerte





ALMACENES EL INDIO

En el nº 24 del carrer del Carme de Barcelona, en el corazón de El Raval, se hayan los Almacenes El Indio, comercio modernista fundado por el indiano F. Mitjans en 1870 y que en 1920 pasó a manos del empresario Andreu Alsina. Este empresario encargó su reforma a los decoradores Vilaró y Valls que le dieron ese esplendor modernista. 



Sederías, mantelerías, novedades, lanerías, pañolería... son los artículos que ofrece el establecimiento tal como anuncia su fachada. Cruzar la puerta es hacer un viaje en el tiempo y trasladarse a principios del siglo XX. Fuera de las rutas turísticas habituales recomiendo la visita urgente pues cada vez son más los rumores que apuntan a su desaparición.







LA CHAPUZA DE LA FACHADA GÓTICA DE L'AJUNTAMENT DE BARCELONA

Esta fachada gótica del Ajuntament de Barcelona, en el carrer de la Ciutat, data del año 1399 y fue la entrada principal del consistorio hasta la construcción de la nueva fachada de estilo neoclásico en el año 1847. Con motivo de esta remodelación hubo que modificar la estructura del edificio y la puerta gótica fue mutilada. Los lumbreras de la época idearon la solución que veis en la foto, cortar y doblar el arco y todos contentos. Otro de los numerosos gazapos del Barri Gótic de Barcelona. La puerta en cuestión es obra de Arnau Bargués.




EL TORN DELS ORFES

En la calle Ramalleres, en el barrio de El Raval de Barcelona, se encuentra la Casa de la Misericordia que fue fundada en el año 1583 para dar un techo a niños huérfanos y abandonados. Es esta casa todavía podemos ver el llamado torn dels orfes (torno de los huérfanos) que consiste en un agujero en el muro de la casa donde se dejaban los recién nacidos anónimamente y se giraba el torno para introducirlo. La ranura de la izquierda era para el que tenía a bien dejar una limosna






LA SUCURSAL DEL UNIVERSO

En la calle Boquería nº 12 de Barcelona encontramos un edificio obra de Josep Puig i Cadafalch uno de los grandes maestros del modernismo catalán. Fue un encargo hecho en 1898 por Francesc Martí i Puig propietario también del Café Els Quatre Gats (Casa Martí) y que proyectó el mismo arquitecto. Se trataba de remodelar la fachada y el interior del edificio que hasta entonces había albergado una fonda llamada la Sucursal del Universo. Destacan los capiteles de la entrada que representan al Sr. y Sra. Martí y son obra de Eusebi Arnau.







PANOTS DE BARCELONA

En Barcelona, en el barrio de L'Eixample principalmente, no debemos perder de vista el suelo que pisamos ya que probablemente estemos pisando los singulares panots, (baldosas) que pavimentan sus aceras. Existen varios modelos de este mosaico hidráulico repartidos por la ciudad pero son los dos primeros los más emblemáticos por ser dos geniales arquitectos modernistas los autores de su diseño.


Este primer modelo es una baldosa hexagonal que está colocada a lo largo de todo el paseo de Grácia. El arquitecto Antoni Gaudí las diseñó en 1904 para pavimentar la Casa Batlló aunque se utilizaron finalmente en la Casa Milá. Años más tarde se recuperaron para pavimentar todas las aceras del mencionado paseo. Han de ser siete las baldosas colocadas para que se nos muestre el dibujo completo y así poder observar la geometría, simbología y la estrecha relación que el arquitecto tenía con la naturaleza.Es un icono de la ciudad y sirve de imagen para multitud de recuerdos, llaveros, pendientes, anillos, imanes...






Repartidas por todo L'Eixample, está este modelo el Panot de la Flor que diseñó el arquitecto modernista Josep Puig i Cadafalch (Casa Amatller, Casa de les Punxes, Casa Macaya...) en el año 1916.  Fue diseñada en un principio para la entrada de carruajes de la Casa Amatller aunque acabó poblando los suelos de L'Eixample. Todavía es muy utilizada en la actualidad, todo un símbolo de la ciudad con un potente merchandising.



Pavimento original de la Casa Amatller

Inspirada en el Panot de la Flor nos encontramos con esta baldosa distribuida por toda la ciudad y que nos guía a lo largo de la Ruta del Modernisme por más de un centenar de obras modernistas catalogadas.





Estos dos modelos son muy antiguos y escasos y ambos fueron retirados del catálogo original. El primero es el llamado Panot de las Rosas y del segundo no dispongo de información alguna, ambos en L'Esquerra de L'Eixample. 





El Panot de las Letras. 
Se colocaban en las equinas e indicaban el nombre de la calle tal como obligaba la ordenanza de la época. Son escasísimos y la mayoría están incompletos. Estos que vemos están en el carrer Muntaner y en el carrer Pere IV (Pedro IV).



El Panot del Llavero.



El Panot de los Cuatro Ojos



El Panot de la Diana.



El Panot del Chocolate. (4 porciones)



El Panot del Chocolate. (9 porciones). 



Estos panots están fabricados por la empresa Escofet i Cía fundada en 1886 y que en el año 1916 ganó el concurso para pavimentar la ciudad. Aquí tenemos un panot publicitario de la empresa.



A finales del 2014 y con motivo de la remodelación de la Avda. Diagonal, se presentó un nuevo panot diseñado por Terradas Arquitectes y también fabricado por Escofet y Cía. Este panot reproduce la hoja del plátano, el árbol más común en la ciudad. Para ver la composición completa habremos de juntar cuatro piezas. 







EL RELOJ DE LA PLAÇA CATALUNYA

En la plaza Catalunya de Barcelona podemos ver un reloj enorme que marca las horas desde los años 50. Está instalado en la azotea de la sede del BBVA y es visible desde cualquier rincón de la plaza. El reloj gira constantemente sobre su eje ofreciendo la hora, en números romanos, a todo aquél que se digne a mirarlo. Desde la calle no lo parece, pero pesa dos toneladas y la aguja del minutero mide dos metros. Vale la pena levantar la vista un momento y observar uno de los iconos más conocidos de Barcelona.





EL TERMÓMETRO DE CAN COTTET


En pleno centro de Barcelona, en el nº 40 de la Avgda. Portal de l'Angel, nos encontramos con el célebre termómetro de Can Cottet. Fueron los hermanos Cottet, propietarios de una óptica en el edificio, los que encargaron la construcción e instalación de este termómetro como reclamo publicitario. Mide 22 metros de altura y fue inaugurado en el año 1956. En 1999, recibe el galardón de Elemento de interés paisajístico que concede el Ajuntament de Barcelona y se incorpora al Catálogo del Patrimonio Arquitectónico Histórico-Artístico de la ciudad. En el año 2009 deja de funcionar durante dos años para ser restaurado en profundidad. En el año 2011 fue inaugurado de nuevo y se colocó una placa en el suelo que lo acredita como elemento del Petit paisatge de Barcelona

EL PABELLÓN MIES VAN DER ROHE

El arquitecto alemán Mies Van Der Rohe proyectó este singular edifico con motivo de la Exposición Universal celebrada en Barcelona en el año 1929. Era el pabellón alemán y fue proyectado principalmente para la recepción que Alfonso XIII ofreció a las autoridades alemanas. Esta obra maestra de la arquitectura es una fiel representación del denominado Movimiento Moderno. Grandísimos arquitectos como Le Corbusier, Coderch, Niemeyer... entre otros, pertenecían también a esta corriente arquitectónica. El edificio fue desmantelado tras la Exposición para ser reconstruido y colocado en su ubicación original en los años 80. Podemos verlo en Montjuic.



LAS FAROLAS MODERNISTAS DE ANTONI GAUDÍ

Uno de los primeros trabajos de Antoni Gaudí como arquitecto fue la construcción de una serie de farolas. Gaudí recibió el encargo del Ajuntament de Barcelona en 1879 después de colaborar como delineante con Josep Fontseré en el diseño de la puerta de entrada al Parc de la Ciutadella. El arquitecto diseñó un modelo de seis brazos y otro modelo de tres brazos. Si bien no son obras muy conocidas, sobre todo el modelo de tres brazos, merece la pena detenerse y apreciar los primeros pasos del genial arquitecto.

En el año 1879 fueron colocadas dos unidades de seis brazos en la Plaza Real. Están construidas sobre una base de piedra y fundidas en una aleación de bronce y hierro forjado. En ellas podemos ver una representación del casco alado de Mercurio y dos serpientes enroscadas en en brazo central. Son las más conocidas y las mejor conservadas.






Once años después, en 1890, se instalaron en el Pla del Palau, frente al Gobierno Civil, dos farolas de tres brazos no tan trabajadas como las de la plaza Real. Suelen pasar totalmente desapercibidas si no las conoces.